El concepto rebelde nos puede evocar muchos asociaciones a personas conocidas o desconocidas, de esta o de otras épocas, pues la rebeldía es una condición humana.

Los humanos tenemos naturalmente la capacidad de sentir cuando va a suceder un fenómeno de la naturaleza, como un temblor o un tsunami, solo que vamos perdiendo esa capacidad conforme pasa el tiempo y el entorno "civilizado" nos "desconecta" de ese cuerpo sensorial y por ende de la naturaleza, interna y externa.
Quizás te preguntarás ¿Qué tiene que ver esto con la rebeldía? Pues que la rebeldía es esa contraposición innata a lo que va en contra de nuestra naturaleza, de la propia naturaleza.

Todo ser humano es igual a otro, no existe uno mejor que otro, como no puede existir el negro sin el blanco, el hombre sin la mujer o el día sin la noche, todo es parte de lo mismo, todos somo parte del universo y estamos conectados.
Por ello cuando la sociedad se sostiene en reglas escritas o no, que distinguen, dividen y separan, o en condicionamientos sociales que pretenden controlar y someter a las personas, esa sociedad va en contra de la ley natural que es libre, equilibrio, equidad, paridad y fusión de los opuestos, todo esto inherente al ser humano; por ello el concepto rebelde lo asociamos de manera directa a toda persona que está en contra de las reglas o condicionamientos sociales, como los adolescentes.
Esto no quiere decir que todas las normas sociales sean negativas, pero si todas las que los dividen, porque los dividen desde dentro, o que los obligan a ir en contra de la propia naturaleza de cada uno.

El rebelde vive según su natura, su ser más profundo, y si la sociedad encaja con ello, es capaz entonces de formar parte de esta, pero si no, simplemente no encaja en la sociedad, no es una persona tradicional y no será considerada honorable.
Por eso, es indispensable que te conozcas, que sepas quien eres y que deseas, para que no vayas con la corriente, el conocimiento pleno va de dentro hacia afuera.
Recuerda entonces el principio de correspondencia, como es adentro, es afuera; como es arriba, es abajo. No reprimas, no contengas, no complazcas, conoce tus emociones, conócete y se tú mismo.
Ejemplos rebeldes: Jesús, Buda, Miguel Angel y quizás conoces alguno que otro por ahí.
Horacio Guzmán