miércoles, 15 de febrero de 2017

¿ERES UN REBELDE?


El concepto rebelde nos puede evocar muchos asociaciones a personas conocidas o desconocidas, de esta o de otras épocas, pues la rebeldía es una condición humana.

¿Cómo es esto? El ser humano al nacer, se encuentra íntimamente ligado a la naturaleza, la capacidad sensorial nos permite estar alertas para poder sobrevivir, basta ver a un bebé que debe expresarse sin hablar y comunicar cada una de sus necesidades básicas para no morir, o bien los pequeños que ven y sienten cosas que los adultos normalmente no percibimos ni vemos.

Los humanos tenemos naturalmente la capacidad de sentir cuando va a suceder un fenómeno de la naturaleza, como un temblor o un tsunami, solo que vamos perdiendo esa capacidad conforme pasa el tiempo y el entorno "civilizado" nos "desconecta" de ese cuerpo sensorial y por ende de la naturaleza, interna y externa.

Quizás te preguntarás ¿Qué tiene que ver esto con la rebeldía? Pues que la rebeldía es esa contraposición innata a lo que va en contra de nuestra naturaleza, de la propia naturaleza.

Los condicionamientos sociales, impiden que el ser humano encuentre el equilibrio que tiene por naturaleza. Es decir, el ser humano como parte integral del universo, es dual, como lo es el ying-yang que representa esta dualidad, la que nos permite comprender que en nosotros debe prevalecer esa ambivalencia integrada, no pueden separarse lo opuestos, lo que pretenden estos condicionamientos sociales.

Todo ser humano es igual a otro, no existe uno mejor que otro, como no puede existir el negro sin el blanco, el hombre sin la mujer o el día sin la noche, todo es parte de lo mismo, todos somo parte del universo y estamos conectados.

Por ello cuando la sociedad se sostiene en reglas escritas o no, que distinguen, dividen y separan, o en condicionamientos sociales que pretenden controlar y someter a las personas, esa sociedad va en contra de la ley natural que es libre, equilibrio, equidad, paridad y fusión de los opuestos, todo esto inherente al ser humano; por ello el concepto rebelde lo asociamos de manera directa a toda persona que está en contra de las reglas o condicionamientos sociales, como los adolescentes.

Esto no quiere decir que todas las normas sociales sean negativas, pero si todas las que los dividen, porque los dividen desde dentro, o que los obligan a ir en contra de la propia naturaleza de cada uno.

El rebelde es entonces aquella persona que sigue a su naturaleza, sin importar si es aceptado por la sociedad, que ni se adhiere, ni va en contra de esta; aquel que lucha o va en contra de la sociedad y de todo lo que esta dice o hace aún estando en lo correcto, es un reaccionario y se convierte en lo mismo que critica.

El rebelde vive según su natura, su ser más profundo, y si la sociedad encaja con ello, es capaz entonces de formar parte de esta, pero si no, simplemente no encaja en la sociedad, no es una persona tradicional y no será considerada honorable.

Por eso, es indispensable que te conozcas, que sepas quien eres y que deseas, para que no vayas con la corriente, el conocimiento pleno va de dentro hacia afuera.

Recuerda entonces el principio de correspondencia, como es adentro, es afuera; como es arriba, es abajo. No reprimas, no contengas, no complazcas, conoce tus emociones, conócete y se tú mismo.

Ejemplos rebeldes: Jesús, Buda, Miguel Angel y quizás conoces alguno que otro por ahí.

Horacio Guzmán

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