¿Qué es la felicidad? ¿Dónde empieza y dónde termina? En
otras palabras ¿Con qué se come?
Partiendo de la conclusión que todo ser humano busca la
felicidad y que este puede ser el sentido de vida de todos los humanos,
necesitamos entender que es la felicidad y para ello entramos en una de las
grandes cuestiones de la vida.
Una de las maneras más prácticas de encontrar el significado
o concepto de algo, es determinar lo que no es. Aquí vierto conceptos e ideas
propias, siempre rebatibles para un mayor y mejor encuentro de ideas, que nos
permita enriquecerlas.
- La felicidad no es el final del camino.
- La felicidad no es algo desconocido.
- La felicidad no es permanente, como todo en el universo, cambia.
Creo que con estas tres premisas podemos intentar definir
que es la felicidad y si esta sería el sentido de vida de cada uno de nosotros.
Muchas veces hemos escuchado que la felicidad es ahora, lo
importante de esta idea es ponerla en la práctica. Todo lo que aprendemos en
nuestro camino requiere de práctica, algunas cosas más algunas cosas menos, de
lo contrario corre el riesgo de olvidarse, es el mismo caso para la felicidad.
Si pensamos todo el tiempo que nos llevó aprender a caminar,
veremos que no fue sencillo y que no se dio de un día para otro, llevó años
poder hacerlo de manera correcta y al continuar haciéndolo no se olvidó y hasta
podemos perfeccionarlo.
Podemos entonces entender que la felicidad lleva la misma
suerte, debe practicarse. Cuando los eventos de nuestra vida aparecen, podemos
reaccionar o actuar, (maravillosa diferencia dada por la conciencia de estar
presente ante cada uno de ellos), reaccionar es una conducta impulsiva, actuar
es una conducta consciente.
Para cada cosa que nos sucede lo más conveniente es estar
atentos y tener un conocimiento previo de nosotros mismos para poder elegir
adecuadamente como actuar. Esto no quiere decir que no nos enojemos o que no
sintamos tristeza, sino que veamos un poco más a profundidad para poder elegir
actuar y no reaccionar.
Por ejemplo: Si tenemos claro que las personas no nos pertenecen,
podemos relacionarnos con ellas de una manera más sana, no posesiva ni egoísta y
así cuando no estén por elección propia o por otra razón, no sentiremos un
dolor y un enojo desbordados, actuaremos (conducta consciente) en vez de reaccionar
(conducta impulsiva).
Así cuando termine una relación con una persona de cualquier
tipo como amistosa, de pareja, laboral o bien cuando un hijo se va de casa,
podremos vivir de manera sana esa separación porque tenemos claro que no nos
pertenece y que nuestra felicidad no depende de que esa persona esté o no
cerca. Entonces ejercitemos la felicidad.
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